lunes, 30 de noviembre de 2015
lunes, 23 de noviembre de 2015
NO, porque te quiero
... ”El padre que ama, corrige”... ¿Es esta
frase verdadera? ¿Por qué debemos poner límites a nuestros niños?
Si nos
ponemos a mirar nuestra realidad actual, nos damos cuenta que cada vez es más
frecuente encontrarnos con personas (niños y adultos) fuera de control, que no le ponen ningún freno a la expresión
de todo su sentir y pensar aunque su proceder agreda o falte el respeto a los
demás. Y muchas veces, la responsabilidad de estas situaciones, se la debemos a
la falta de límites, que deben aprenderse desde pequeños.
La vida es un
camino que debemos recorrer con límites para llegar a destino a salvo, como
cuando uno va en una ruta y necesita de señales, caminos arreglados y respetar
las reglas de lo permitido o no para lograr su objetivo con seguridad.
Muchas veces
creemos que decir “no” es falta de amor, sin embargo, para que el niño/a crezca
saludablemente, es necesaria una buena dosis de “no” y de “si” pues es de esta
manera, como irá logrando sentirse amado, querido y valorado. Lo primero que
debemos saber es que cuando le decimos “no” a algo que él o ella quieran, no lo
estamos perjudicando, muy por el contrario: el niño/a necesita sentirse
protegido/a y cuidado/a y esto lo logra cuando está seguro/a de que sus padres
le atiende y cubren sus necesidades. Recuerda, un “no” a tiempo puede salvar la
vida de tu hijo/a.
Los límites
le enseñan al niño/a, los modos adecuados de mostrar sus emociones, las cosas
que se pueden o no hacer en base a los valores familiares. Le ayudan a ser
organizado, auto disciplinado, a lograr sus metas, a comportarse adecuadamente
evitando riesgos y respetando a los demás y a tolerar mejor la frustración,
porque debe adaptarse a no poder tener todo lo que quiere, sin por esto
sentirse menos. También logra autonomía y se vale por sí mismo pudiendo usar la
libertad con responsabilidad.
Entonces...
¿cómo hacemos para poner límites?
Ante todo,
contemplar que para cada edad de tu hijo/a es necesario que establezcas pautas
adecuadas a su desarrollo y características, las que, a medida que vayan
creciendo deberás ir adaptando.
Para
establecerlas, deberás tener presente, qué es lo permitido y qué no para poder
delimitar las conductas de tus niños. Es importante saber que lo que se limita
son las “acciones” y no los sentimientos (lo que hace y no lo que siente) ya
que el niño debe poder expresar siempre su estado anímico, confiando que sus
padres lo podrán contener si está triste o enojado, pero tener conocimiento de
cómo debe manifestar sus emociones adecuadamente.
La meta es: ser claros, concisos, coherentes y
hacer cumplir lo que hemos considerado que es lo mejor para nuestros hijos.
Esto requiere de vos, mucha paciencia y perseverancia.
Los límites
deben ser explicados mediante una
charla familiar donde puedan acordar concretamente qué cosas se esperan del
niño/a. (por ejemplo: “si te enojás con tu hermana, no le pegues”, o “si
desordenás tus juguetes, debés guardarlos antes de dormir” o “en esta familia
no comemos caramelos antes de almorzar”)
Es probable que al principio, los pequeños no
quieran o se olviden de respetarlos, por lo que será necesario recordarlos y hacerlos cumplir, aunque
no más de tres veces. De seguir en la misma actitud, inevitablemente deberá
haber consecuencias por la falta de
cumplimiento. Y este último punto no debe ser mal entendido. Los límites se
ponen con afecto y se ejecutan “antes de enojarnos”. Cuando hablamos de hacer
respetar los límites, no hablamos de castigo, ni de ser crueles, ni de
avergonzar en público, ni de amenazar con dejar de amar al niño/a. Esto podría
dañarlo emocionalmente. Sanción y buen trato deben ir de la mano.
Se trata de hacerlos responsables de su forma de
actuar, de su conducta no acertada. Es bueno poder ayudarlos a expresar y
entender su emoción, pero explicarle que su reacción no es la apropiada y que
no será aceptada. Esto le servirá para reconocer su error pero a la vez se
sentirá entendido. Y el proceso de buscar una solución al problema será más
sencillo. (Por ejemplo podríamos decirle: tu primo te usó sin permiso tus
juguetes y dejó todo desordenado, entiendo que estés enojado, pero eso no te da
permiso para romper sus cosas. ¿Qué otra cosa podrías hacer?)
Es más eficaz cuando el pequeño puede reparar
lo que ha dañado, sea una relación (pidiendo perdón, por ejemplo) o un objeto.
Algunas veces es necesario calmar al niño antes de poder sancionarlo, en este
caso bien viene darle un tiempo para reflexionar a solas en algún lugar de la
casa donde esté acompañado (por un tiempo no mayor a su edad en minutos, cinco
años: cinco minutos).
Más difícil
pero necesario es, dentro de las medidas de cuidado, dejarlo experimentar el
resultado de sus actos. (Por ejemplo: si no obedece tapando las fibras, dejar
que se estropeen y no comprarle otras.) Otra opción, es limitarle alguna
actividad u objeto (TV, salidas, juguete, etc) siempre y cuando esta medida no
perjudique su desarrollo personal (danza, fútbol, etc).
En verdad, no
existen recetas y lo anterior intenta ser sólo un disparador para que puedas
con creatividad, diseñar la mejor estrategia para la eficaz educación de tus
niños/as, la más adecuada y acorde a las necesidades de tu familia.
Lic. Alejandra D'Lucca
lunes, 16 de noviembre de 2015
Un papá nos cuenta...
Cristian, papá de de un alumno de 2°grado de la Escuela Primaria General San Martín, nos cuenta cómo impactaron los Talleres Psicosociales en su hijo y su familia.
Cierre de la Campaña Anual de Promoción de la Salud Emocional de la Familia. Octubre 2015
lunes, 9 de noviembre de 2015
Una invitación muy especial...
Nuestros amigos del plantel del Club Atlético Belgrano, Gullermo Farré y Claudio "Chiki" perez, se suman a la iniciativa de Fundación ICTUS, y les invitan a divertirse junto a los que más quieren jugando al
ENLAZADOS. Pueden comprarlo a solo $50 en www.fundacionictus.org.ar
martes, 3 de noviembre de 2015
Una mamá nos cuenta...
Ana Mariela, mamá de una alumna de 2°grado de la Escuela Primaria General San Martín, nos cuenta cómo impactaron los Talleres psicosociales en su hija.
Cierre de la Campaña Anual de Promoción de la Salud Emocional de la Familia. Octubre 2015
Cierre de la Campaña Anual de Promoción de la Salud Emocional de la Familia. Octubre 2015
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