Seguramente, y a estas alturas más de una vez, escuchaste decir
“me contagiaste el bostezo” o “si vos
lloras, me vas a hacer llorar a mí también”. Lo que sabemos ahora, además, es que no solo
esas reacciones físicas (al cansancio o llorar por felicidad, por ejemplo) se
contagian, sino que también las emociones son contagiosas. Y lo mejor de todo
es que podemos elegir qué emociones contagiar.
Hace algunos años, un biólogo dedicado al estudio del
cerebro, descubrió que ante la vista de determinadas acciones nuestro cerebro
reaccionaba, químicamente, de la misma manera que si estuviésemos haciendo lo
mismo que vemos hacer. Es decir, imitamos mentalmente los movimiento del otro.
Y esa capacidad es la que nos permite ser empáticos, o lo que es lo mismo,
ponernos en el lugar del otro.
Ahora, si usamos esa capacidad de empatizar con el otro
–sentir lo mismo que él- al revés podemos cambiar el estado de ánimo de quienes
nos rodean: si sonreímos, contagiamos esperanza; si reímos, contagiamos
alegría; si disfrutamos lo que hacemos, contagiamos ganas de seguir
intentándolo. Y así una lista interminable de buenas cosas que contagiar.
Ahora que sabemos que las emociones se contagian pensemos
contagiar amor y buenas emociones en nuestra familia:
* Los
besos nos recuerdan cuánto nos queremos y lo importante que somos los unos para
los otros.
* La
risa fácil nos recuerda todo lo felices somos en familia.
* Apoyarnos
entre los miembros de la familia hace más fácil lo difícil.
* Enfrentar
los problemas con serenidad nos permite tomar decisiones más acertadas.
* Una
comida especial o un cuento juntos nos hace felices porque nos llena de calor
de hogar.
* La
risa es contagiosa y nos predispone a que nos pasen cosas buenas. ¡Reír y
reírnos en familia es saludable y amoroso!
* Aceptar
las dificultades y enfrentarlas con sentido de humor nos pone más cerca de la
solución.
* Ponerse
en el lugar del otro nos vuelve más humanos y nos acerca a un mundo de paz y
prosperidad.
* Nos
hace bien saber que nos quieren y que reconocen nuestros esfuerzos y talentos.
* Las
palabras dulces nos agrandan el corazón y llenan nuestra vida de buenos
sentimientos.
* El
plan más simple puede ser un recuerdo maravilloso si lo convertimos en un
momento especial de juego y risas
El 15 de mayo es el día internacional de la familia. Elijamos
contagiar bien. Elijamos contagiar emociones que hacen bien. ¡Contagiemos
emociones que hacen bien!
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